Per lluitar contra el virus… Regularització de les persones migrades!

Durant aquests durs mesos de pandèmia, les persones migrades sense papers que viuen en l’Estat espanyol suporten el confinament i les seves conseqüències socials i econòmiques com la resta de la població, però en pitjors condicions.

La privació dels seus drets més elementals, conseqüència de no disposar de permís de residència, les col·loca en una situació d’especial vulnerabilitat.

Tenen un difícil accés a la sanitat pública en mancar moltes d’elles de Padró i/o de Targeta Sanitària. Aquesta invisibilitat de la seva situació sanitària és un risc per a elles i per a tota la societat.

Els seus treballs, quan els tenen, són inevitablement en l’economia submergida; per a ells no cap prohibició d’acomiadament, ni permís retribuït, ni ERTE, ni cobrament de l’atur. Moltes han perdut el treball pel confinament.

Una gran quantitat de dones sense papers i sense cap contracte, les treballadores de la llar i les cures, compleixen un paper imprescindible en aquests dies en cuidar a persones majors de grups de risc, fins i tot en contacte diari permanent en treballar com a internes i sense cap mena d’Equip de Protecció Individual (EPI).

Els seus escassos recursos econòmics, per la precarietat dels seus treballs, les obliguen a viure en habitacions compartides, fent-se impossible mantenir les distàncies de seguretat. Al mateix temps, ja que molts ajuntaments no reconeixen el padró sense domicili, els priva del dret universal al padró.



Cuando salir de casa solo es posible en condiciones muy determinadas, su miedo a que la policía las detenga y actúe de acuerdo con su irregularidad administrativa está completamente justificado.

Toda esta serie de circunstancias las llevan a enfrentar el posible contagio en condiciones de inferioridad y exclusión social. Los mapas que detallan la expansión de la pandemia demuestran que la población migrante es más vulnerable a la infección y también a la muerte. Protege a muchos, en parte, su juventud, pero el hacinamiento y la desnutrición puede hacer estragos entre ellos.

Por otro lado, las circunstancias excepcionalmente graves que vivimos convierten en ridículos muchos de los requisitos legales para conseguir los papeles. ¿Quién en esta situación de retroceso y paralización de la economía puede conseguir un contrato de un año como exige el Reglamento de la Ley de Extranjería?

La emergencia sanitaria imposibilita las deportaciones, por lo que los CIEs, ya de por si insalubres, deberían cerrarse inmediatamente liberando a las personas que todavía están recluidas en varios de ellos.

La aportación de la población migrada en la defensa de la sociedad frente al virus sería de enorme importancia si pudiese producirse sin la barrera de la falta de papeles. Hoy se necesitan no solo sanitarios sino profesionales de otras muchas ramas imprescindibles para la sanidad. La población migrada puede aportar su juventud, su experiencia, los muchos cursos que aquí realiza y sus innegables ganas de trabajar.

Estas mismas consideraciones son las que han llevado al gobierno portugués a decretar una suerte de regularización general para todas las personas que tenían en trámite su solicitud de permiso de residencia y permitir así a todas estas personas unirse a la lucha contra el virus.
Si se pretende que al virus le derrotemos entre toda la sociedad solo será posible en condiciones de igualdad y no discriminación.

Este gobierno que se llama progresista y valiente y que se postuló para mejorar las condiciones de vida de toda la población, tiene que hacer honor a todo ello. No puede ceder a las presiones racistas de la derecha. Tiene que regularizar a todos los sin papeles sin dilación y acabar así con la discriminación hacia estas personas y que coloca a la sociedad entera en inferioridad de condiciones en la lucha contra la pandemia.

Desde aquí llamamos a todas las organizaciones sociales, a todas las personas a levantar una campaña por la regularización de las personas migradas que viven en el estado español. Porque es de justicia y en estas circunstancias, de extrema necesidad.

Por eso exigimos:

  1. Empadronamiento de oficio a todas las personas que vivan en el municipio.
  2. La regularización con permiso de trabajo sin necesidad de contrato de trabajo.
  3. La concesión de autorización de trabajo sin necesidad de contrato a los jóvenes ex tutelados con permiso de residencia.
  4. Reconocimiento de inmediato de la condición de refugiadas, y el pase directo a autorización de residencia en igualdad de condiciones con el resto de personas migradas.
  5. Aplicar el art. 127 entendiendo “cuando concurran razones de interés público o de seguridad nacional…” es de interés público y social garantizar los derechos de toda la ciudadanía pasando por regularizar, los que están en situación administrativa irregular.

Puedes adherirte a esta petición en:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfKwPEao8ACYUa6c8p-yZKISHtMO5Ynu5CRI5gNCavxnNP_Iw/viewform